lunes, 12 de octubre de 2009

Al borde

Dejar para no volver
y luchar contra el regreso
¿cuántos salieron?

De la línea cuadrada
que azota el pensamiento
¿cuántos huyeron?

Ansiedades que no encuentran
la paz del sentimiento
¿cuántos fingieron?

Por la sed de salvarse
los que no se percatan
¿cuántos bebieron?

Todos tuvimos
un al borde del abismo
¿cuántos no cayeron?

viernes, 2 de octubre de 2009

Génesis





Para darle forma soberana
a la única célula que traje conmigo,
me hago eco en el sonido de tus olas,
latiendo en ellas el porqué de mi venida.

Acá estoy, pecesito en tus honduras,
nutriéndose del lazo que,
en un acto de violencia radical y absoluto
deshará la razón que nos viene uniendo.

Es que solo así volvemos a nacer,
mamá.

viernes, 18 de septiembre de 2009

La hamaca mendiga

La soledad de la hamaca vacía
mece las preguntas
de por qué no estas jugando.
El frío del verano se refleja
en la ausencia de tu risa,
aquella que has postergado
al menos por el resto de tu vida,
mientras dure el sufrimiento
de salir a la calle
a volver por las noches
con las manos vacías.
¿Podrán las hamacas
manifestarse contra el olvido
para que se te otorgue
el derecho a la infancia?
Mientras todos se enceguecen
con el sol de la mañana,
mis ojos se abren lento
para llorar por las hamacas.

martes, 28 de julio de 2009

No sé

Mi noche de no inspiración
aspira melancolía por la boca
y se desquita por la mano:
Vericuetos de un alma en pena
que se estanca en pormenores.

De una cuota de su inocencia
se apropia el pensamiento:
Para qué existen los techos
si el cielo está estrellado.

Y es tan mezquina
que no quiso explicar por qué:
dejó correr la sangre
dejó de correr la sangre
dejó la sangre para correr.

miércoles, 15 de julio de 2009

Tu semblante


Tu semblante que me ardió la mirada,
y la luna reflejando tu cansancio
de todas las cosas.
Universos paralelos te padecen la razón
que se va desvaneciendo, que se va...
como una tormenta sin dirección aparente.
Tu orbe son muchos mundos mudos,
infinitos vacíos que absorben tu interés
como una invitación a curar la desidia.
¿Importa ahora la salida de este sutil laberinto?
Antes desgranarse los sesos,
revolcarse en el lodo,
torturarse con la ausencia.
Luego, como un inmortal aparente,
alzarse entre las ruinas y echarse a andar
bajo un nuevo cielo que amanece.

Brazos

Si en el mundo de los sueños
nuestros brazos fueran
como lazos atados a un beso
te encadenaría la boca
perpetua, perdurablemente...
contra el latido mío
que tanto gustas oír,
ese repiqueteo que te saluda
por la mañana,
a toda hora,
después de jugar;
te tomaría por sorpresa los ojos
susurrándole palabras incandescentes
con la mirada fugaz
de quien busca la conquista.
Si en el mundo de los sueños
tomarte de la mano
fuera tan real
como la imagen que dibujo
viviría trazando brazos
en tu almohada
para que duermas con mi cuerpo,
añorando la recorras en mi ausencia,
que para ese entonces,
te estaré extendiendo
en cada célula mía.

lunes, 11 de mayo de 2009

Quien puede una vez

Quien puede una vez, ruega mil veces
queriendo no lamentarse de
que 60 segundos son un momento
pero cuántos momentos dejó pasar.

sábado, 25 de abril de 2009

En penumbras


Esta noche
te quiero despacio,
de a poquito,
como si no te notara.
Acariciame por lo bajo,
que no tengo antojo
de verte encendida.
Busco que me inspires
en esta hora de nostalgia,
cuando tomo el lápiz por las astas
a narrarme en estos versos.
Si te apago, no te prendas,
por algo te reniego.
Esta noche te prefiero
en los barcos a distancia. Luz,
como punto en el océano.

domingo, 19 de abril de 2009

El que cree

Trepado en la colina
con su aljaba a cuestas
lanza flechas a los aires
basado en la suposición
de que incitando un temblor
en la médula de dios
bastará para que abdiques
tu ombligo.

jueves, 16 de abril de 2009

Picardías

Para el caso,
si las luces invaden la oscuridad
sin siquiera pedirle permiso,
por qué yo no puedo
intoxicar la noche.

miércoles, 15 de abril de 2009

Hurgando una herida

Pasé en vilo esta noche
hurgando una herida
que ha olvidado
su nombre y su motivo.
Y sin embargo,
qué hora ahora que no canto como antes
y en qué por qué perdí los versos
si hay un punto al final de la estrofa
que no tiene sentido
¿Y si oculté el vínculo entre yo y yo
por confesar mi soledad?
A veces libertad
es sinónimo de ninguna alternativa.
Aunque una mano borre la espina
busco dormirme vivamente
hasta recordarte sin latido
¿Habrá árboles suicidas?
¿Qué cotidiano momento
decidió ser diferente?
En esta insurrección de pupilas violentas,
frustración con aroma a rosas,
lo imposible
tiene un dejo de sabor amargo