Mi noche de no inspiración
aspira melancolía por la boca
y se desquita por la mano:
Vericuetos de un alma en pena
que se estanca en pormenores.
De una cuota de su inocencia
se apropia el pensamiento:
Para qué existen los techos
si el cielo está estrellado.
Y es tan mezquina
que no quiso explicar por qué:
dejó correr la sangre
dejó de correr la sangre
dejó la sangre para correr.
martes, 28 de julio de 2009
miércoles, 15 de julio de 2009
Tu semblante

Tu semblante que me ardió la mirada,
y la luna reflejando tu cansancio
de todas las cosas.
Universos paralelos te padecen la razón
que se va desvaneciendo, que se va...
como una tormenta sin dirección aparente.
Tu orbe son muchos mundos mudos,
infinitos vacíos que absorben tu interés
como una invitación a curar la desidia.
¿Importa ahora la salida de este sutil laberinto?
Antes desgranarse los sesos,
revolcarse en el lodo,
torturarse con la ausencia.
Luego, como un inmortal aparente,
alzarse entre las ruinas y echarse a andar
bajo un nuevo cielo que amanece.
y la luna reflejando tu cansancio
de todas las cosas.
Universos paralelos te padecen la razón
que se va desvaneciendo, que se va...
como una tormenta sin dirección aparente.
Tu orbe son muchos mundos mudos,
infinitos vacíos que absorben tu interés
como una invitación a curar la desidia.
¿Importa ahora la salida de este sutil laberinto?
Antes desgranarse los sesos,
revolcarse en el lodo,
torturarse con la ausencia.
Luego, como un inmortal aparente,
alzarse entre las ruinas y echarse a andar
bajo un nuevo cielo que amanece.
Brazos
Si en el mundo de los sueños
nuestros brazos fueran
como lazos atados a un beso
te encadenaría la boca
perpetua, perdurablemente...
contra el latido mío
que tanto gustas oír,
ese repiqueteo que te saluda
por la mañana,
a toda hora,
después de jugar;
te tomaría por sorpresa los ojos
susurrándole palabras incandescentes
con la mirada fugaz
de quien busca la conquista.
Si en el mundo de los sueños
tomarte de la mano
fuera tan real
como la imagen que dibujo
viviría trazando brazos
en tu almohada
para que duermas con mi cuerpo,
añorando la recorras en mi ausencia,
que para ese entonces,
te estaré extendiendo
en cada célula mía.
nuestros brazos fueran
como lazos atados a un beso
te encadenaría la boca
perpetua, perdurablemente...
contra el latido mío
que tanto gustas oír,
ese repiqueteo que te saluda
por la mañana,
a toda hora,
después de jugar;
te tomaría por sorpresa los ojos
susurrándole palabras incandescentes
con la mirada fugaz
de quien busca la conquista.
Si en el mundo de los sueños
tomarte de la mano
fuera tan real
como la imagen que dibujo
viviría trazando brazos
en tu almohada
para que duermas con mi cuerpo,
añorando la recorras en mi ausencia,
que para ese entonces,
te estaré extendiendo
en cada célula mía.
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