martes, 30 de marzo de 2010

Floreada

Nadie puede robarte la ilusión
de fingirte algún modo,
pero quitáte el velo
y dejá que fluya el universo
como aves sin nido
entre antenas de ciudad.
No olvidés desangrar el nudo
que solo después de llorar
se cae en la cuenta y no antes.
Esa gota de rocío
que ves rodar por la venta
es la angustia de los días
que bebemos con los ojos.
Y aún, si la soledad gustara de vos
de verte luchar contra su exceso
brindále tu ignorancia primero
que te hará flor por pensar
en las horas con ella;
sino, mirá mi jardín.

1 comentario:

  1. el final de este texto es perfecto. realmente, me gusto mucho la imagen de la conversación solitaria que se convierte en pensamiento, que se convierte en flor, la soledad que es, al fin, jardín. esto es lo que yo llamo un mundo interno conversado. que lindo descubrir tu faceta escritora Basar querida!

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